Biography:
Julian Carmona, affectionately known as Benny or Benito as a child, passed away in his home on June 8, 2025, at the age of 46. Julián Carmona, conocido cariñosamente como Benny o Benito de niño, falleció en su hogar el 8 de junio de 2025, a la edad de 46 años.
Julian raised with love and guidance by his father Juan Antonio Loza and his mother, Minely Lopez Loza.
He was a devoted son, a loyal brother, and a dedicated father whose life centered on family, hard work,
and laughter. He is survived by his siblings: Luis Eduardo Cantu, Marysol Adame, Jessica Cantu, Ruby
Perez and Minely Carmona.
He leaves behind his beloved children: Julian Carmona III, Janely Carmona, Jose Fernando Carmona, and
Ximena Carmona, along with his cherished grandson, Aaron Julian Carmona. Julian’s extended family
includes his brothers–in–law Joseph Perez, Juan Gonzalez, Jorge Adame and sister in law Lizzy Lopez;
nephews Jorge, Giovanni, Carlos, Alan, Christopher, Joseph, Luis Ricardo, and Jonathan; and nieces
Malenny, Aly, Angela, Arantxa, Emma, and Jae—all of whom he loved deeply and teased just as much.
For over 18 years, Julian owned and operated a tow truck business, earning the respect of his peers
through his honesty, dedication, and work ethic. He was passionate about cars and trucks from the time
he got his first ride at age 14, spending every dollar on upgrades like speakers, rims, and paint jobs or
switches. That passion only grew over time—but everything changed when he became a dad.
Fatherhood transformed him. His heart belonged completely to his children. He built a life for them with
his own hands—including the very home where he took his final breath. He worked every day to give them
everything he could, never wanting to say “no” when they needed him. He believed in living life to the
fullest, in never taking a day for granted, and in always putting family first.
Julian was not only hardworking—he was also hilarious. He had a gift for making people laugh & a playful
spirit that kept everyone on their toes. He loved to joke, pick on people in fun, and was famous for
handing out the most unforgettable nicknames to everyone around him. His sense of humor was part of
what made him so deeply loved.
Julian will be remembered as a loving father, son, brother, and friend. His presence lit up every room, and
his absence leaves a space that can never be filled. His legacy lives on in his children, in the family he
built and protected, and in the countless memories of laughter, love, and life lived with purpose.
Julián fue criado con amor y guíado por su padre, Juan Antonio Loza, y su madre, Minely López Loza. Fue
un hijo devoto, un hermano leal y un padre dedicado cuya vida se centró en la familia, el trabajo y la
alegría. Le sobreviven sus hermanos: Luis Eduardo Cantú, Marysol Adame, Jessica Cantú, Ruby Pérez y
Minely Carmona.
Le sobreviven sus queridos hijos: Julián Carmona III, Janely Carmona, José Fernando Carmona y Ximena
Carmona, junto con su querido nieto, Aarón Julián Carmona. La familia extendida de Julián incluye a sus
cuñados Joseph Pérez, Juan González, Jorge Adame y su cuñada Lizzy López; sus sobrinos Jorge,
Giovanni, Carlos, Alan, Christopher, Joseph, Luis Ricardo y Jonathan; y sus sobrinas Malenny, Aly,
Angela, Arantxa, Emma y Jae, a quienes amaba profundamente y con quienes bromeaba con la misma
intensidad.
Durante más de 18 años, Julián fue dueño de negocio de grúas, ganándose el respeto de sus
compañeros gracias a su honestidad, dedicación y ética laboral. Le apasionaban los autos y las
camionetas desde que tuvo su primer viaje a los 14 años, gastando cada dólar que ganaba en bocinas,
llantas, pintura o systemas de hydraulics. Esa pasión solo creció con el tiempo, pero todo cambió
cuando se convirtió en padre.
La paternidad lo transformó. Su corazón pertenecía por completo a sus hijos. Construyó una vida para
ellos con sus propias manos, incluyendo el hogar donde dio su último aliento. Trabajó cada día para
darles todo lo que podía, sin querer decirles nunca que no cuando lo necesitaban. Creía en vivir la vida al
máximo, en no darse nunca por vencido y en poner siempre a la familia en primer lugar. Julián no solo era
muy trabajador, sino también divertidísimo. Tenía un don para hacer reír a la gente y un espíritu juguetón
que mantenía a todos en alerta. Le encantaba bromear y era famoso por poner los apodos más
inolvidables a quienes lo rodeaban. Su sentido del humor fue parte de lo que lo hizo tan querido.
Julián será recordado como un padre, hijo, hermano y amigo lleno de amor. Su presencia iluminaba cada
habitación, y su ausencia deja un vacío que nada llenara. Su legado perdura en sus hijos, en la familia
que construyó y protegió, y en los innumerables recuerdos de risas, amor y una vida con propósito.
un hijo devoto, un hermano leal y un padre dedicado cuya vida se centró en la familia, el trabajo y la
alegría. Le sobreviven sus hermanos: Luis Eduardo Cantú, Marysol Adame, Jessica Cantú, Ruby Pérez y
Minely Carmona.
Le sobreviven sus queridos hijos: Julián Carmona III, Janely Carmona, José Fernando Carmona y Ximena
Carmona, junto con su querido nieto, Aarón Julián Carmona. La familia extendida de Julián incluye a sus
cuñados Joseph Pérez, Juan González, Jorge Adame y su cuñada Lizzy López; sus sobrinos Jorge,
Giovanni, Carlos, Alan, Christopher, Joseph, Luis Ricardo y Jonathan; y sus sobrinas Malenny, Aly,
Angela, Arantxa, Emma y Jae, a quienes amaba profundamente y con quienes bromeaba con la misma
intensidad.
Durante más de 18 años, Julián fue dueño de negocio de grúas, ganándose el respeto de sus
compañeros gracias a su honestidad, dedicación y ética laboral. Le apasionaban los autos y las
camionetas desde que tuvo su primer viaje a los 14 años, gastando cada dólar que ganaba en bocinas,
llantas, pintura o systemas de hydraulics. Esa pasión solo creció con el tiempo, pero todo cambió
cuando se convirtió en padre.
La paternidad lo transformó. Su corazón pertenecía por completo a sus hijos. Construyó una vida para
ellos con sus propias manos, incluyendo el hogar donde dio su último aliento. Trabajó cada día para
darles todo lo que podía, sin querer decirles nunca que no cuando lo necesitaban. Creía en vivir la vida al
máximo, en no darse nunca por vencido y en poner siempre a la familia en primer lugar. Julián no solo era
muy trabajador, sino también divertidísimo. Tenía un don para hacer reír a la gente y un espíritu juguetón
que mantenía a todos en alerta. Le encantaba bromear y era famoso por poner los apodos más
inolvidables a quienes lo rodeaban. Su sentido del humor fue parte de lo que lo hizo tan querido.
Julián será recordado como un padre, hijo, hermano y amigo lleno de amor. Su presencia iluminaba cada
habitación, y su ausencia deja un vacío que nada llenara. Su legado perdura en sus hijos, en la familia
que construyó y protegió, y en los innumerables recuerdos de risas, amor y una vida con propósito.

I am so sorry for your loss.. Though we met many years ago, I never had the chance to get to know him better. I really wish I had taken the time to do it.
Our sincere condolences to the loss of Julian. He was a good friend to my Angel son Jeremy Hernandez. And a friend to all. May you rest in peace Julian. Heartfelt condolences to all family. Love always The Hernandez family.
Expressing my sincere condolences in the passing of Julian a kind hearted person I got to meet through his precious family who I love and miss. . He was a good friend to my angel son Jeremy. God bless you Julian and may you rest peaceful. Love always. Gloria Hernandez